lunes, 16 de marzo de 2009

Las Cortes de Aragón y Alcañiz

Recuerdo cuando Emilo Gastón, en un mitin del PSA, en los bajos del Casino Artístico y Comercial de Alcañiz hablaba de la Preautonomía, del futuro de lo que llamaba la Diputación General y de como su anhelo de reconstituir las Cortes de Aragón.

En aquellos años, era casi como una ilusión, como el ideal autonómico de nuestra Comunidad, y era tan lejano, tan difícil, tan imposible...
Las Cortes de Aragón suponían por entoces el máximo anhelo, la máxima expresión de soberanía, perdida durante tantos años. Las Cortes de Aragón eran en aquellos años la esperanza de reconocer a todo un pueblo su derecho real a la autonomía.


El 22 de Abril de 1978, han pasado ya muchos años, José Ramón Villanueva y yo hicimos un viaje en autostop, nos fuimos a Huesca a asistir a la constitución de la Preautonomía en su Catedral. Salimos del Puente de Santigo y la ida la hicimos con una parada en Villanueva de Gállego, allí nos cogió un padre y un hijo que acaban de estrenar coche y tenían que hacer el rodaje. El único problema que tuvimos fué el meter en el coche el palo de escoba que servía de mástil de la Bandera de Aragón que llevábamos al hombro (comprada en el Pequeño Catalán que las vendía a 100 pesetas).


Estuvimos de aquellas maneras en el acto, nos manifestamos oportunamente y nos volvimos a hacer autostop de vuelta a Zaragoza. José Ramón estudiaba 1º de Historias y yo 1º de Matemáticas. Nos cogió de vuelta a Zaragoza un Diputado en Cortes de Madrid, Antonio Piazuelo que nos llevó a Zaragoza en un Plis-Plas pero parando por el camino para saludar a Carlos Zayas.

Al día siguiente, 23 de Abril de 1978 celebramos, pacíficamente junto a la mayoría de los Aragoneses una Manifestación en Zaragoza que pasó a la historia. El pueblo aragonés, tranquilo, sereno y seguro expreso de forma clara y contundente que quería ser dueño de sus propios destinos.

Para mi, las Cortes de Aragón no es una institución más, cada vez que veo a Antonio Piazuelo le recuerdo el viaje a Huesca y me supone sentirme satisfecho por haber estado en aquellos actos históricos. Es como si fuera algo mío de verdad.

En la primera legislatura, 1983/87, hubo un Pleno de las Cortes de Aragón en Alcañiz, en el Teatro Municipal, se quitaron las butacas y se improvisó un hemiciclo. Recuerdo haber ido a verlo desde el "gallinero". Luego he tenido la oportunidad de visitar el Palacio de la Aljafería y asistir a varias sesiones plenarias y a una Comisión.

Por todo esto es por lo que, esta mañana he sentido una profunda emoción cuando el Presidente de las Cortes de Aragón ha venido al Ayuntamiento de Alcañiz a firmar en el Libro de Honor.

¡Ha sido el reflejo de la conquista de tantos y durante tanto tiempo!.

Y además, el Presidente de las Cortes de Aragón Francisco Pina, es del PSOE y del Bajo Aragón. Francisco Pina es de La Puebla de Hijar y ha venido además a inaugurar la exposición de " Veinticinco años de autonomía, veinticinco años de Parlamento"m exposición que ya estuvo en Calanda.

Aunque suene un poco retro, lo digo: ¡Viva la autonomía de Aragón!.










2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, amigo Ángel. Aquel histórico viaje a Huesca se quedó grabado con la emoción de quien intuye que está viviendo momentos que serán históricos para el futuro en libertad de nuestra tierra. El viaje, el acto institucional en Huesca y el R-5 rojo de Antonio Piazuelo así como la entusiasta manifestación del 23 de abril de 1978 en la que Ángel y yo estábamos también presentes, marcaron un momento importante de nuestro despertar al compromiso social con nuestra tierra y nuestros ideales.
Gracias, amigo Ángel, por recordar aquellos hechos que, con la perspectiva de los años, siguen imborrables y que nos hacen sentir orgullosos del progreso que a Aragón ha supuesto el logro del Estatuto de Autonomía, un sueño entonces, convertido en una espléndida realidad.
José Ramón Villanueva

Anónimo dijo...

Es cierto, amigo Ángel. Aquel histórico viaje a Huesca se quedó grabado con la emoción de quien intuye que está viviendo momentos que serán históricos para el futuro en libertad de nuestra tierra. El viaje, el acto institucional en Huesca y el R-5 rojo de Antonio Piazuelo así como la entusiasta manifestación del 23 de abril de 1978 en la que Ángel y yo estábamos también presentes, marcaron un momento importante de nuestro despertar al compromiso social con nuestra tierra y nuestros ideales.
Gracias, amigo Ángel, por recordar aquellos hechos que, con la perspectiva de los años, siguen imborrables y que nos hacen sentir orgullosos del progreso que a Aragón ha supuesto el logro del Estatuto de Autonomía, un sueño entonces, convertido en una espléndida realidad.