miércoles, 25 de marzo de 2009

Mirando al cielo


Recuerdo cómo el Catedrático de Astronomía y Mecánica Celeste, D. Rafael Cid Palacios, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, iba desgranando la asignatura en 3º de Matemáticas.
Recuerdo cómo explicaba y formulaba la Eclíptica, su plano y el ángulo eclíptico y cómo servía de argumento científico para todos los sucesos de horarios, calendarios, estaciones, climatología y hasta botánica.
Recuerdo cómo era la trigonometría de los triángulos esféricos, del cálculo de distancias esféricas y de una geometría que no comprendía Ignatius J. Really, el protagonista de La Conjura de los Necios.

Este año 2009 es el Año Internacional de la Astronomía. No confundir con la Gastronomía, que no necesita ningún año especial, ni con la Astrología, que tiene sus adeptos a los que los favores celestes les son casi siempre comprendidos debidos a su difusa precisión y a sus generalidades amplias.

Conocer el cielo, para saber pisar la tierra, es lo que nos enseña la astronomía, ciencia que ha llevado a tantas personas a la excomunión, a la hoguera, a la decapitación o la repudia general.

Está claro lo que decía Ignatius J. Really, “no se puede vivir sin Geometría ni Teología”, por que al fin y a cabo es lo mismo.

La Astronomía da como miedo, como lejano, como ausente y la Astronomía es la vida, la energía y la primera razón de nuestro hábitat; su conocimiento es el conocimiento de nuestro entorno y de nosotros mismos. Recordemos que para las culturas egipcias, los filósofos griegos, romanos en el Trivium y el Quadrivium, los renacentistas, humanistas del siglo XVI, la Astronomía era una fuente de conocimiento, de saber y de ser.
En este sentido es excelente el trabajo que está desarrollando la Agrupación Astronómica de Teruel, 'Actuel', que continúa los trabajos de medición del cielo en el Pico del Buitre de la sierra turolense de Javalambre.
El Pico del Buitre es uno de los puntos de Europa con menor contaminación lumínica y, desde él, investigará el astrofísico aragonés Mariano Moles, que actualmente trabaja en el Instituto Astrofísico de Andalucía, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El Gobierno de Aragón destinará, en sucesivas anualidades, 12 millones de euros para la construcción de este observatorio en el Pico del Buitre, con un telescopio de 2,5 metros, que trabajará junto con un centro de procesamiento de datos que se ubicará en la ciudad de Teruel.
Dos iniciativas destacables tenemos, además, en estos días, el 26 de Marzo en el Bajo Aragón, que vienen al tema astronómico, a las que desde aquí invito a participar:

El Día 26 de marzo, seis días después del equinoccio vernal o primer punto de Aries, a las 6h 36 m pasará un rayo de sol por el antiguo túnel de la antigua vía del Val de Zafán, que está entre Valdealgorfa y Alcañiz. Sólo en el equinoccio, ese rayo, misterioso, atraviesa completamente el túnel de más de 2000m y por ello se llama el “Túnel de Equinoccio”.



Por otra parte a las 12h 30 m de ese mismo día el catedrático de Física del IES BAJO ARAGÓN de Alcañiz, junto con sus alumnos medirá el radio de la tierra con la ayuda de un recogedor de basura. Esto es, usando un recogedor de basura, midiéndolo, midiendo su sombra y aplicando el método de Erastótenes, Julio San Miguel Gallego con sus alumnos, obtendrán el radio de la tierra.







Miremos al cielo y conoceremos mejor la tierra.

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