jueves, 12 de marzo de 2009

Los buitres tienen hambre



Tres terneros, de hasta una semana de vida, y una vaca que estaba pariendo ha sido el botín que se han cobrado los buitres en los últimos días en Mirambel. Los ganaderos afectados, los terneros ya no, se quejan de los ataques continuos que sufren en sus explotaciones extensivas del Maestrazgo y piden a las administraciones soluciones a este grave problema. En menos de un mes, al menos cinco reses han perdido la vida, cuatro de ellas en Mirambel y otra en La Iglesuela del Cid.

Los ganaderos se sienten desolados porque no pueden hacer nada para evitar las agresiones carroñeras. Practican la ganadería extensiva y aunque las vacas paran en el interior del corral, poco después las sacan al monte junto a sus crías. Parece que los animales recién paridos desprenden un olor que atrae a los buitres.La mayor parte de las agresiones se han llevado a cabo en masías, aunque la última tuvo lugar muy cerca del casco urbano de Mirambel, junto a las piscinas municipales. En ese caso los carroñeros mataron a un ternero recién nacido y a la vaca que acababa de parirlo. La presencia de los carroñeros es continua en el Maestrazgo y los dueños de las masadas señalan que las aves “controlan las manadas de vacas porque saben que ahí tienen comida”.

Los afectados piden soluciones y entre las que ellos creen más adecuadas están la alimentación de los buitres y el descenso de la población. Además, resaltan las cuantiosas pérdidas que tienen a consecuencia del ataque de los carroñeros, hecho que no cubren los seguros y que ninguna administración indemniza.





El buitre está protegido pero, ¿quién protege al ternero?.

Desde un pequeño mirador oculto entre la boscosa vegetación cercana a Valderrobres podemos visitar el espectáculo natural de ver comer a casi 300 aves carroñeras, en su mayoría, buitres, en un muladar pionero en Europa. Curiosos y amantes de la naturaleza pueden aguardar en un cobertizo oculto a apenas 50 metros del muladar, todo un espectáculo natural, salvaje y real como la vida misma.


Apenas se puede explicar la sensación de estar rodeado de cerca de 300 buitres que pueden alcanzar con las alas abiertas hasta los dos metros.Ver este comedero es una buena opción para realizar una visita al Matarraña.Este proyecto pionero ha traído a estas tierras a profesionales de la difusión mediática natural como National Geographic, la televisión británica BBC e incluso la revista GEO.



Los que tenemos continuamente buitres sobre nuestras cabezas podemos sentirnos rodeados, pero si nuestro valor y nuestra perseverancia son constantes, nunca se atreverán a tocarnos, aunque si hacemos patente nuestra debilidad, moriremos como los terneros de Mirambel.

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