miércoles, 15 de abril de 2009

Aprendizaje en Democracia: todos los días

Matilde Fernández, seguramente la Senadora más elegante de la Cámara Alta, contó, en el pasado Pleno del Senado, que en las reuniones que los jóvenes dirigentes socialistas españoles tenían en Suecia en los años 70 con los dirigentes suecos se hablaba de los pilares del Estado del Bienestar.

Decía la Senadora Matilde Fernández que el mensaje que transmitían los suecos, entre ellos Olof Palme, era que tenían que tener tres objetivos claros:
1.- El asentamiento de sociedad de pleno empleo. Indispensable para construir una sociedad con posibilidades.

2.- Políticas de protección social. Para proteger a los más débiles y más desfavorecidos.

3.- La profundización de la Democracia. La Democracia se está construyendo día a día.

Para los socialdemócratas suecos, ese era el objetivo que inculcaban a los socialistas españoles. “No se crean desde el día que voten la Constitución ya no tendrán que crecer en Democracia”- les apuntaban los suecos.

Y es que la Democracia se construye cada día, o se da un paso atrás.
Como decía Matilde Fernández: “No hay que hacerse trampas, la realidad debe conocerse”.

Palme, que completó la construcción del imponente Estado del Bienestar y la definición del modelo sueco de desarrollo capitalista con fuerte protección social, en política exterior rompió con la tendencia de sus predecesores al aislamiento y la neutralidad, convirtiéndose en un pacifista activo y militando en favor de la democracia a escala mundial: apoyó la lucha de la oposición española contra el régimen de Franco, defendió los movimientos antiimperialistas del Tercer Mundo (alineándose, incluso con el régimen comunista de Vietnam del Norte, en guerra contra los Estados Unidos), combatió las intervenciones soviéticas en Checoslovaquia y Afganistán, impulsó el diálogo Norte-Sur y las negociaciones de desarme.

Olof Palme era un auténtico hombre del pueblo, que odiaba las normas que conllevaba su puesto tanto como la separación entre el Este y Occidente que se produjo a raíz de la Guerra Fría. Causaba problemas en la escena política internacional, mostrándose inflexible en su trato tanto con la Casa Blanca como con el Kremlin. Aunque hizo amistad con muchos intelectuales del mundo, sus desconcertantes opiniones le procuraron enemigos fanáticos.
El 28 de febrero de 1986, exactamente a las 23:21 horas, Olof Palme recibió un disparo que le causó la muerte mientras se dirigía a su casa en el centro de Estocolmo, y como sabrán, sin escolta, como sólo en Suecia hacen las cosas.
Murió asesinado en la calle cuando caminaba sin ninguna protección, como tenía por costumbre, sin que las investigaciones posteriores consiguieran aclarar la autoría del atentado.



IMPORTANTE: Aprendizaje en democracia: TODOS LOS DÍAS.

1 comentario:

alfonso callejero dijo...

genial el homenaje a Olof Palme. hace años buceando por una biblioteca pública encontré un libro donde se recogían muchos de los discursos políticos que este magnífico político había dado en su vida pública. tengo que reconocer que me fascinó y desde ese día es uno de los modelos de pensamiento, acción, ideológicos que he adoptado.

considero que tuvo una acción, una determinación y sobretodo una valentía encomiable siendo un grandísimo referente para los socialistas, así como para cualquiera que crea en un estado con fuertes politicas sociales y en el pacifismo comprometido.