Se creen que nos han matado, se creen que estamos perdidos, hundidos, sin posibilidades de salir adelante. Piensan que ahora es su momento y que pueden hacer lo que se les antoje.
Se frotan las manos, se relamen los labios y se ven triunfadores.
Les crece la soberbia, van de salvadores, de héroes, de divos y divas. Ambiciosos, cretinos e insolentes, piensan y se llegan a creer que están por encima de todo ser viviente.
¿Son lo elegidos? Los elegidos ¿de quién?
La derecha saca pecho, lo saca mirando desde arriba, sin ningún tipo de humildad, sin dolor de muelas, y encima perdonando. Ellos son el poder, porque el poder es suyo; el poder y el dinero es lo que les importa, y creen que la situación actual es una anécdota, porque ellos creen ser los que deben de “mandar”.
Ellos, que se atreven a malversar las arcas públicas, creen tener la legitimidad que les da la superioridad ante los demás. Ellos son superiores por que siempre han sido de “buenas familias” y no son como el resto que siempre seremos “chusma”.
Y eso que siempre se ha visto, se percibe más ahora que hace unos meses, lo que ha hecho la derecha siempre, el sentirse y mostrar su superioridad, diferenciar las “clases” sociales y despreciar a los diferentes.
Sólo hace falta ver la lengua desatada de José María Aznar hablando de los desempleados, tratándolos como vagos o maleantes.
Pero los progresistas estamos más vivos que nunca, nuestras ideas, las ideas de siempre de igualdad y de justicia social son más actuales que nunca y además, ante los fracasos clamorosos de las políticas económicas neoliberales de derecha, son las únicas que pueden aportar soluciones a estos momentos de dificultades económicas.
Se frotan las manos, se relamen los labios y se ven triunfadores.
Les crece la soberbia, van de salvadores, de héroes, de divos y divas. Ambiciosos, cretinos e insolentes, piensan y se llegan a creer que están por encima de todo ser viviente.
¿Son lo elegidos? Los elegidos ¿de quién?
La derecha saca pecho, lo saca mirando desde arriba, sin ningún tipo de humildad, sin dolor de muelas, y encima perdonando. Ellos son el poder, porque el poder es suyo; el poder y el dinero es lo que les importa, y creen que la situación actual es una anécdota, porque ellos creen ser los que deben de “mandar”.
Ellos, que se atreven a malversar las arcas públicas, creen tener la legitimidad que les da la superioridad ante los demás. Ellos son superiores por que siempre han sido de “buenas familias” y no son como el resto que siempre seremos “chusma”.
Y eso que siempre se ha visto, se percibe más ahora que hace unos meses, lo que ha hecho la derecha siempre, el sentirse y mostrar su superioridad, diferenciar las “clases” sociales y despreciar a los diferentes.
Sólo hace falta ver la lengua desatada de José María Aznar hablando de los desempleados, tratándolos como vagos o maleantes.
Pero los progresistas estamos más vivos que nunca, nuestras ideas, las ideas de siempre de igualdad y de justicia social son más actuales que nunca y además, ante los fracasos clamorosos de las políticas económicas neoliberales de derecha, son las únicas que pueden aportar soluciones a estos momentos de dificultades económicas.
La humildad de los nuestros, la austeridad que defendemos y los valores personales y colectivos son nuestro “gran capital”.
Ellos piensan que la inteligencia aún se puede comprar con dinero.
Y estamos más vivos que nunca porque nunca en nuestra historia hemos recibido tanto apoyo de los ciudadanos, nunca hemos atesorado tantas responsabilidades institucionales, nunca en la historia hemos tenido tal grado de libertades personales y nunca en la historia hemos llegado al grado de prestaciones de protección social como las que tenemos ahora.
Se que les duele que avancemos, que continuemos haciendo la vida de todo ser humano más justa y humana, se que les duele que se vayan cumpliendo los objetivos que un día se marcó Pablo Iglesias.
Estamos más vivos que nunca porque acumulamos el trabajo de todos los socialistas que durante más de 130 años han estado trabajando por conseguir que esta sociedad sea la que todos nos merecemos.
Seguimos vivos y en la lucha, por que donde haya una injusticia, debe haber un socialista que intente mitigarla, y además con las ideas muy claras y con los objetivos al alcance.
Ganaremos las europeas.
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