Aprovechando el fresco de la mañana, he salido a caminar Guadalope abajo, he visto las pilastras de la Variante y me he dirigido hacia la 1ª presa. No me he encontrado con nadie, he podido pasear durante más de dos horas sin ver un alma. Bueno, eso no es cierto, he podido observar en recovecos del río una amplia variedad de fauna acuática, patos, garzas, pero lo que me ha llamado la atención enormemente ha sido la figura estilizada de lo que he supuesto era un Avetoro. Estaba llegando a la 1ª Central y pasado los tres pinos, en solitario, semi-escondido, estilizado y difuminado en su entorno, lo he llegado a ver.
Sólo había visto el ejemplar disecado que está en la vitrina del IES BAJO ARAGÓN, y es que siempre me ha gustado bromear con los alumnos y preguntarles: ¿habéis visto el Avetoro?. Pregunta a la que los alumnos me respondían con una mirada como diciendo: “a este ´profe´ se le ha ido la olla”.
Les explicaba que el Avetoro se llama así porque muge como los toros, aunque no lleva cuernos, y es entonces cuando los alumnos y algún profesor nuevo ya pensaban que era una broma.
Sólo les hacia una pregunta más ¿sabéis cómo se llama el Avetoro pequeñillo? Ante la sorpresa incrédula les decía que “Avetorillo”.
Todo esto se veía ratificado cuando íbamos a ver a los ejemplares cuidados que existen en el pasillo del edificio Cardenal Ram del IES BAJO ARAGÓN.
Con sus 75 cm. de longitud, algo más de 1m de envergadura y algo más de un kilo de peso el Avetoro (Botaurus stellaris) es un autentico especialista en el arte del camuflaje en humedales donde la vegetación es tan abundante.
Debido al carácter tan vergonzoso del Avetoro, resulta muy difícil de ver. Sin embargo, en primavera, es posible detectar su presencia....¡su canto le delata! En esta época cuando el macho marca su territorio y busca pareja con su peculiar canto, similar tanto al mugir de un toro como a la sirena de un barco y que puede escucharse, según dicen, a más de 3 Km. de distancia. Verlo es muy difícil, aunque un poco menos en esta época, ya que abandona en parte sus hábitos nocturnos y crepusculares y realiza vuelos más a menudo y a mayor distancia en busca de comida.
Su vuelo es lento, a baja altura y al igual que sus parientes, las garzas, lleva el cuello recogido y las patas sobresaliendo tras la cola.
El Avetorillo Común (Ixobrychus minutus) es la más pequeña de nuestras garzas; su tamaño apenas es superior al de una paloma doméstica, sobre 35 cm. Cuando se siente amenazado se inmoviliza totalmente, con el pico apuntando hacia el cielo, lo cual determina que en algunas regiones se denomine «mira- cielo». Gracias al tono general de su plumaje, que armoniza perfectamente con el de los carrizos entre los que vive, y a la forma tan estrecha de su cuerpo, que visto de cara es apenas más ancho que una caña, el Avetorillo pasa fácilmente desapercibido.
Habita terrenos pantanosos cubiertos de espesos carrizales. Para construir la base de su nido rompe la vegetación de un pequeño espacio. El nido está situado a veces en mimbreras. El macho puede esbozar varios nidos antes de que su compañera acepte uno que le convenga, en una zona de espesa vegetación.
Anida por toda España, siempre en pequeña cantidad, aunque en determinadas zonas, como las pantanosas, por la gran protección que éstas suponen, se encuentran mayor número de parejas. Sus gritos, cortos y especiales, su mimetismo, hacen que en muchas ocasiones pase desapercibido en lugares cercanos a sus nidos, que, por otra parte, pueden estar situados en sitios muy accesibles.
Ruego si alguien ve algún Avetorillo, me lo indique. Gracias.
2 comentarios:
Yo he visto algún avetorillo en la manifestación de Alcañi, pero bajaba de Teruel,¿te sirve?
NO MRE CRRO QUE EXISTAN ANIMALES ASI.
YA VALE DE MENTIRAS
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