La educación es un eslabón del comportamiento civilizado y un método eficaz para la defensa de una sólida argumentación además de un claro exponente del comportamiento personal. Con demasiada frecuencia, ante razonamientos endebles o situaciones adversas, la alternativa son los exabruptos, los insultos o esconderse bajo los hombros si asumir la responsabilidad contraída, muestra de ello fue la pasada legislatura del PP.
La tendencia de muchos del PP al insulto y a las palabras necias es ya preocupante y muestra una evidente de la falta de argumentos de un partido del que se desprende “un cierto olor a podrido” y nunca mejor dicho a tenor de la expresión de uno de sus eurodiputados.Algunas “cabezas pensantes” del PP confunden la libertad de expresión con el insulto soez y el exabrupto como única de forma de difusión de sus opiniones. Un claro ejemplo de esta vuelta a un estilo agresivo que nunca se fue del todo son la recientes declaraciones de Luis Herrero, eurodiputado y en su momento de mayor auge fue calificado en la web oficial como “la voz más Popular de la radio Católica, Apostólica y Romana”.
El tránsito, que llevó a Herrero de la radio al europarlamento, tuvo su inicio durante un “partidito de pádel” que estaba jugando con Aznar; entre lanzamiento y lanzamiento de pelota, Aznar le sugirió que si se decidía a dar el salto a la política él sería su mentor y le cobijaría bajo su manto pero, como si fuese una moderna cenicienta, sólo durante una legislatura.
El eurodiputado desde la tribuna de una televisión pública, la sin par TeleMadrid, dijo que “los españoles tienen todo el derecho del mundo para mandar a Zapatero a cagar...” ¡Bravo señor Herrero, sin duda además de otras cosas está claro que es un maleducado, grosero y soez!
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