miércoles, 27 de mayo de 2009

Segundo Espallargas y Salvador Benítez, dos superviventes




Este próximo fin de semana se celebrará en Alcañiz la Asamblea de la Amical de Mathausen y me vienen al recuerdo dos de los supervivientes que he tenido el placer de conocer: Segundo Espallargas y Salvador Benítez, de Alcañiz y de Valderrobres.
Sólo con su mirada, sólo con su expresión me demostraron el valor de la vida, y lo efímero de las luchas y de las discordias. Afables,atentos , educados y sabiendo, además, lo importante que es hacer felices a los demás. No han perdido un instante, han dado el verdadero valor a la vida, a su vida y a la vida de los demás. Pero recuerdan además lo importante que es la vida en libertad, tanto individual como colectivamente y han conocido de primera mano lo cruel que puede ser el ser humano con sus semejantes.
Unas vivencias, de muerte, de castigo, de ver cómo sus amigos, compatriotas y colegas morían sólo por la opresión y la crueldad.

Sabemos que en muchas ocasiones, los prisioneros eran empleados por los nazis en tareas de “entretenimiento”. Es el caso de Segundo Espallargas Castro, conocido como “Paulino”, de Albalate nacido, aunque recuerda su infancia en Alcañiz, más concretamente en la ahora Avda. de Aragón, “en las eras de la cosa” se hizo famoso como boxeador en el Campo de Concentración, imbatido en las peleas (con apuestas) que organizaban los SS, sobrevivió por los alimentos especiales que le suministraban las SS . Ayudó a muchos compatriotas y recuerda, lo que tuvo que pasar siendo y sirviendo a los alemanes de entretenimiento. Su mirada y sus ojos lo dicen todo, pero sus manos, sus enormes manos, dan fe de por qué le llamaban Paulino.
Paulino suele venir todos los años a Alcañiz, acompañado por su hija, el ya no conduce aunque lo ha hecho hasta hace 3 años.A sus 95-96 años se le ve como un hombre fuerte y da una seguridad que embarga en ideales y a la vez en ternura.

Otro superviviente bajoaragonés fue Salvador Benítez Griñó, el mal llamado 'El loco del Matarraña', murió el 2 de abril de 2004 en su residencia de Céret, en el Midi francés, a los 86 años de un paro cardiaco. Salvador ha sido un personaje muy conocido por vestir trajes de levita llenos de botones que acompañaba con sombrero y paraguas.
Estaba presente en cualquier tipo de acontecimiento en España, como el sorteo de lotería, y diversos lugares de Europa, llamando la atención por su indumentaria.
Nacido en Valderrobres (Teruel) en 1918 y cuando estaba a punto de finalizar la Guerra Civil se exilió en Francia huyendo de la represión del Ejército franquista.
En el país galo, se incorporó a la Resistencia que luchó contra la ocupación alemana hasta que fue hecho prisionero y fue enviado durante algo más de un año al campo de concentración de Mathausen donde fue liberado por la victoria aliada.
Posteriormente, residió en París y trabajó como pintor de coches en un taller hasta su jubilación, anticipada por las secuelas que le dejaron la guerra y su internamiento en un campo de concentración.
Volvió por primera vez a Valderrobres en una visita fugaz un par de años antes de la muerte de Francisco Franco y, con la llegada de la democracia, viajó frecuentemente a España donde se hizo conocido por su traje de botones y su paraguas.
Con su particular atuendo, participó en las fiestas de Valderrobres, siempre venía a Alcañiz participaba en Carrozas, y en todos los actos alegrando siempre a todos, recuerdo que desde el Ayuntamiento le pagábamos la estancia en el Hotel, como uno más de los integrantes de la Charanga, y también se hizo notar en los sorteos de Navidad, así como los 31 de diciembre en la celebración del fin de año en la Puerta del Sol de Madrid.

Fotógrafos y cámaras de televisión le captaron en los lugares más insólitos, como en la Expo de Sevilla del 92, siempre con uno de sus curiosos y elaborados trajes y su paraguas, ya que viajaba con frecuencia a aquellos lugares donde se celebraba algún evento que concentrara un gran número de personas.
La última vez que viajó a Valderrobres fue en el mes de agosto de 2003 cuando su estado de salud era ya muy delicado y tenía prohibido conducir por prescripción médica, por lo que aprovechaba los viajes que realizaban otras personas.
Por su expresa voluntad, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas fueron esparcidas en el río Matarraña desde el puente de Valderrobres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Lacueva,
me llamo la atencion su articulo sobre los sobrevivientes de Mauthausen que escribió en el ano 2008.
Le contacto desde Austria, porque hemos encontrado una carta del senor Salvador Benitez, que obviamente ha escrito durante su tiempo como prisonero en Austria. La carta fue a la atencion de su mama.
Quisiera pedirle su ayuda si talvez conoce alguna persona de su familia como nos encantaria enviarles esta carta (que fue escrita en fecha atras de una puerta de madera y durante construcciones lo hemos encontrado ahora)
Sera muy amable si nos podria contactar al siguiente correo forst@stift-stlambrecht.at

saludos,
Tanja y Christian