Noche de solsticio, noche inmensa, noche tejida de tantos días. Es este el empezar a crecer, el inicio del brote, en inicio del chito, el comienzo de la nueva temporada, es en verdad el comienzo del despertar.“Que larga ha sido la noche”, decía Labordeta, “salid al cámino hermanos…” así pues vistamos nuestras mejores ropas de trabajo, almorcemos como para ir de romería y con todas las fuerzas, hoy, salgamos a luchar con todo el empeño, inteligencia y valores por que el enemigo, esta vez más que nunca, es fuerte, poderoso y está protegido y camuflado por las circunstancias.
Tengamos el empeño y la “misión” clara y definamos los “objetivos” compartidos, pero que quede claro: no nos dejaremos vencer. SOMOS UN EQUIPO.
La cosecha está prevista para Mayo, por ello, desde esta noche tenemos que ser valerosos, osados y audaces. Las armas que otras batallas ganaron, quedaron obsoletas en las nuevas posiciones estratégicas, son monchones de paja, mamanes de zarzaparrilla, por ello hemos de saber que siendo pitos, jugaremos con ellos a las tabas sin liebres.
Nuestra mayor fuerza es la fuerza del equipo.
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