Por Decreto 1295/1972, de 20 de abril, fue declarada de interés nacional la zona regable del Canal de Calanda-Alcañiz, dentro del marco de actuación del Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario en la comarca del Bajo Aragón. La concentración parcelaria de la citada zona, fue declarada de utilidad pública y urgente ejecución mediante orden del Ministerio de Agricultura de 10 de agosto de 1974.
Desde entonces, proyectos, modificaciones, obras, recursos y un sin fin de problemas han dilatado las obras.
En un principio, el canal de Calanda-Alcañiz se proyectó con dos partes. Sin embargo sólo se ha construido la primera parte, con una longitud de 26.290 metros, que van desde la presa del embalse de Calanda hasta el río Regallo. Esta primera fase, que afecta a los términos municipales de Alcañiz, Calanda y Castelserás, está situada al Sureste de la zona y va desde el río Guadalope a su paso por Castelserás hasta las saladas de Alcañiz. Tiene una superficie de 2.000 hectáreas regables, que han sido ya transformadas en su mayor parte. Beneficia a 432 propietarios.
La segunda fase, que es la que se está realizando en estos momentos, es la obra más importante de regadío en la provincia de Teruel. Se encuentra situada en la parte noroeste entre las Saladas, el río Regallo y la zona regable de Valmuel-Puigmoreno. Tiene una superficie de 2.480 hectáreas de regadío y beneficia a 160 propietarios. Los herbáceos como el maíz y los frutales (principalmente melocotón y olivos que luego se comercializan como productos con Denominación de Origen) son el cultivo principal.
La inversión de esta segunda fase ha sido de 21 millones de euros.
La información de que en esta próxima primavera estarán los regadíos en producción, fue confirmada por el organismo de cuenca, que cifró en dos millones de euros el coste de la última intervención, que se centrará, señalaron las mismas fuentes, entre las balsas 1 y 2 de la zona de riegos. Después de las gestiones oportunas, se han resuelto las dos últimas actuaciones necesarias, la electrificación para la elevación de aguas ya finalizándose y la reparación del canal después del daño que sufrió el canal en la tormenta del 2003. Desde la CHE la reparación se va a cometer, con fondos de conservación y mantenimiento de infraestructuras,
Desde 1972 al 2011 se ha recorrido un largo camino, que ya ve su fin.
Los regadíos de esta zona son un valor añadido muy importante y una fuente de riqueza que marca un antes y un después en la agricultura y en la economía del Bajo Aragón.
Es de destacar el apoyo que desde la CHE hemos sentido en estos últimos años. Muchas gracias.
Desde entonces, proyectos, modificaciones, obras, recursos y un sin fin de problemas han dilatado las obras.
En un principio, el canal de Calanda-Alcañiz se proyectó con dos partes. Sin embargo sólo se ha construido la primera parte, con una longitud de 26.290 metros, que van desde la presa del embalse de Calanda hasta el río Regallo. Esta primera fase, que afecta a los términos municipales de Alcañiz, Calanda y Castelserás, está situada al Sureste de la zona y va desde el río Guadalope a su paso por Castelserás hasta las saladas de Alcañiz. Tiene una superficie de 2.000 hectáreas regables, que han sido ya transformadas en su mayor parte. Beneficia a 432 propietarios.
La segunda fase, que es la que se está realizando en estos momentos, es la obra más importante de regadío en la provincia de Teruel. Se encuentra situada en la parte noroeste entre las Saladas, el río Regallo y la zona regable de Valmuel-Puigmoreno. Tiene una superficie de 2.480 hectáreas de regadío y beneficia a 160 propietarios. Los herbáceos como el maíz y los frutales (principalmente melocotón y olivos que luego se comercializan como productos con Denominación de Origen) son el cultivo principal.
La inversión de esta segunda fase ha sido de 21 millones de euros.
La información de que en esta próxima primavera estarán los regadíos en producción, fue confirmada por el organismo de cuenca, que cifró en dos millones de euros el coste de la última intervención, que se centrará, señalaron las mismas fuentes, entre las balsas 1 y 2 de la zona de riegos. Después de las gestiones oportunas, se han resuelto las dos últimas actuaciones necesarias, la electrificación para la elevación de aguas ya finalizándose y la reparación del canal después del daño que sufrió el canal en la tormenta del 2003. Desde la CHE la reparación se va a cometer, con fondos de conservación y mantenimiento de infraestructuras,
Desde 1972 al 2011 se ha recorrido un largo camino, que ya ve su fin.
Los regadíos de esta zona son un valor añadido muy importante y una fuente de riqueza que marca un antes y un después en la agricultura y en la economía del Bajo Aragón.
Es de destacar el apoyo que desde la CHE hemos sentido en estos últimos años. Muchas gracias.
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