El control financiero era nulo y caído un naipe cayó todo el castillo que sólo era eso, una torre de cartas de baraja sin ningún cimiento sólido. Desde Junio EEUU daba unos indicadores muy sospechosos. En Europa se miraba con recelo y se estaba a la expectativa y en España los datos aun no eran malos y sólo pequeños reajustes eran necesarios para continuar en un posición que daba la confianza de tener un tejido financiero sólido y unas arcas del Estado saneadas.
Subida del barril de petróleo hasta 148 dólares en Julio, incremento escandaloso del Euribor y un aumento del IPC eran cuestiones que preocupaban de sobremanera a determinados sectores productivos como pesca, automoción, transporte, construcción y agricultura.
Estábamos preparados para asentar el ciclo, se habían hecho los deberes y aunque el PIB había que reajustarse, nadie se planteaba que España iba a entrar en recesión. Los datos en España hablaban del superávit de los 2700 ME del estado o los 15000ME de la Seguridad Social.
Las hipotecas “subprime“ y los escándalos financieros de depósitos tóxicos en EEUU saltaron de forma precipitada en Septiembre hundiendo las expectativas de toda la economía mundial y el Gobierno de España tomó el toro por los cuernos. El Gobierno de Zapatero, ante esta dificultad económica mundial, se puso al frente tomando medidas en su Gobierno y llegando a acuerdos con líderes europeos para salir juntos de esta situación tan desastrosa que las políticas liberales habían creado, sujetando las medidas siempre con un acuerdo social. El Gobierno de EEUU ha de intervenir y subvencionar a las entidades financieras de aquel país. Impensable, demostraba así que la economía capitalista pura estaba muy tocada y que el modelo no funcionaba.
El FMI, el Banco Mundial y otras instituciones financieras que debieran haber previsto las situaciones y haber controlado que los desmanes y estafas no pudieran haberse producido, reconocía que debía de replantearse su forma de funcionamiento e intervención. El modelo financiero mundial ha fracasado y se ha de redefinir. También en esta redefinición ha participado de forma determinante el Presidente del gobierno de España aportando soluciones en la reunión del G-20.
Los informes del Banco Mundial fueron junto con los del FMI los que aportaron soluciones a la economía española en los años 60 proponiendo un plan de estabilidad que el Gobierno de la dictadura llevó en parte. Dichos informes determinaron situaciones que aún hoy estamos sufriendo, uno de dichos informes fue el que determinó que la vía férrea de Zaragoza-Alcañiz- Tortosa se cerrara por cuestiones de viabilidad. Estos informantes fueron capaces de aislar una comarca pero fueron incapaces de prever lo que este año se nos venía encima.
Todo un conjunto de medidas económicas, con incentivos, aportación de fondos para PYMES, creación de infraestructuras, reflotamiento de entidades financieras y apoyo a las arcas municipales han sido medidas, por todos conocidas y, a las que no voy a enumerar.
Pero mientras, el PP ha estado amagando, no aportando ni ideas, ni soluciones y criticando las acciones del Gobierno. Ellos y su política, del todo vale, son los causantes de esta situación. Las medidas del PSOE son muy diferentes a aquellos decretazos impuestos que rebajaron los derechos de los trabajadores. El PSOE ha puesto como primer objetivo el que no hubiera recortes sociales. Los más débiles son los que menos han de pagar esta situación generada por los más fuertes.
¡Qué diferencia más grande de afrontar el problema desde la derecha sin atender a los que peor lo pasan, a cómo lo realiza el PSOE con el respeto a los más desfavorecidos!
Subida del barril de petróleo hasta 148 dólares en Julio, incremento escandaloso del Euribor y un aumento del IPC eran cuestiones que preocupaban de sobremanera a determinados sectores productivos como pesca, automoción, transporte, construcción y agricultura.
Estábamos preparados para asentar el ciclo, se habían hecho los deberes y aunque el PIB había que reajustarse, nadie se planteaba que España iba a entrar en recesión. Los datos en España hablaban del superávit de los 2700 ME del estado o los 15000ME de la Seguridad Social.
Las hipotecas “subprime“ y los escándalos financieros de depósitos tóxicos en EEUU saltaron de forma precipitada en Septiembre hundiendo las expectativas de toda la economía mundial y el Gobierno de España tomó el toro por los cuernos. El Gobierno de Zapatero, ante esta dificultad económica mundial, se puso al frente tomando medidas en su Gobierno y llegando a acuerdos con líderes europeos para salir juntos de esta situación tan desastrosa que las políticas liberales habían creado, sujetando las medidas siempre con un acuerdo social. El Gobierno de EEUU ha de intervenir y subvencionar a las entidades financieras de aquel país. Impensable, demostraba así que la economía capitalista pura estaba muy tocada y que el modelo no funcionaba.
El FMI, el Banco Mundial y otras instituciones financieras que debieran haber previsto las situaciones y haber controlado que los desmanes y estafas no pudieran haberse producido, reconocía que debía de replantearse su forma de funcionamiento e intervención. El modelo financiero mundial ha fracasado y se ha de redefinir. También en esta redefinición ha participado de forma determinante el Presidente del gobierno de España aportando soluciones en la reunión del G-20.
Los informes del Banco Mundial fueron junto con los del FMI los que aportaron soluciones a la economía española en los años 60 proponiendo un plan de estabilidad que el Gobierno de la dictadura llevó en parte. Dichos informes determinaron situaciones que aún hoy estamos sufriendo, uno de dichos informes fue el que determinó que la vía férrea de Zaragoza-Alcañiz- Tortosa se cerrara por cuestiones de viabilidad. Estos informantes fueron capaces de aislar una comarca pero fueron incapaces de prever lo que este año se nos venía encima.
Todo un conjunto de medidas económicas, con incentivos, aportación de fondos para PYMES, creación de infraestructuras, reflotamiento de entidades financieras y apoyo a las arcas municipales han sido medidas, por todos conocidas y, a las que no voy a enumerar.
Pero mientras, el PP ha estado amagando, no aportando ni ideas, ni soluciones y criticando las acciones del Gobierno. Ellos y su política, del todo vale, son los causantes de esta situación. Las medidas del PSOE son muy diferentes a aquellos decretazos impuestos que rebajaron los derechos de los trabajadores. El PSOE ha puesto como primer objetivo el que no hubiera recortes sociales. Los más débiles son los que menos han de pagar esta situación generada por los más fuertes.
¡Qué diferencia más grande de afrontar el problema desde la derecha sin atender a los que peor lo pasan, a cómo lo realiza el PSOE con el respeto a los más desfavorecidos!
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