Seguro que todos hemos visto alguna vez, en alguna iglesia, en algún museo eclesiástico, alguna parte incorrupta de la anatomía de algún santo o santa. Pero pocas veces tenemos la ocasión de contemplar partes incorruptas de no-santos. Y menos de todo un personaje como Galileo.
Su dedo corazón se encuentra expuesto en el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia, única parte humana expuesta en tal museo. Fue ‘recuperado’ por un tal Anton Francesco Gori el 12 de marzo de 1737, unos 95 años tras la muerte de Galileo, y unos doscientos años después acabó en el museo.
Fíjense que tal y como lo tienen expuesto apuntando al cielo parece lanzar un sutil mensaje a cierta organización…o quizá no. ¿Quien sabe?
El dedo de Aznar también sirve para mandar por ahí a los manifestantes que le abucheaban en alguna Universidad y su compañero, el índice para “colocar” o elegir sucesores.
Su dedo corazón se encuentra expuesto en el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia, única parte humana expuesta en tal museo. Fue ‘recuperado’ por un tal Anton Francesco Gori el 12 de marzo de 1737, unos 95 años tras la muerte de Galileo, y unos doscientos años después acabó en el museo.
Fíjense que tal y como lo tienen expuesto apuntando al cielo parece lanzar un sutil mensaje a cierta organización…o quizá no. ¿Quien sabe?
"No desprecies los restos de este dedo, mediante el cual una mano derecha medía senderos en los cielos, revelaba a los mortalescuerpos celestes nunca vistos y, al preparar un pequeño trozo de frágil vidrio,fue el primero en atreverse a realizar un acto quemucho tiempo atrás estaba inclusofuera del poder de los jóvenes Titanes,que crearon altas montañas en un vano intento por ascender a ciudades elevadas."
En astronomía, parte de una nebulosa se ha venido en conocerse como “Dedo de Dios”, una parte de la nebulosa Ojo de Cerradura, como podéis ver aquí:
El dedo de Aznar también sirve para mandar por ahí a los manifestantes que le abucheaban en alguna Universidad y su compañero, el índice para “colocar” o elegir sucesores.
Y es que ya antes de la batalla de Angincourt en 1415, los franceses, que anticipaban su victoria frente a los ingleses, propusieron cortarle el dedo del medio a cada uno de los prisioneros de guerra, ya que sin ese dedo sería imposible disparar los famosos arcos de flechas británicos y, por lo tanto, dejarían de usar un arma importantísima en futuras batallas. Para sorpresa de los franceses, los ingleses ganaron la batalla y luego dieron muestras de que conocían sus planes secretos, ya que comenzaron a mostrarles el dedo del medio en sus narices. Y fue así como surgió esta costumbre que luego se extendió por el mundo como muestra de burla, sarcasmo y desafío.
Nunca olvidemos que el dedo del sabio señala la luna, pero que el necio mira siempre hacia el dedo.
¿Quién quiere que su dedo sea famoso?
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