

Andrés Ferrer de Brocaldino o Andrés Ferrer de Valdecebro, su verdadero nombre, fue escritor conocido además por otras obras de mayor relevancia.
Hijo de familia noble, nació en Albarracín en 1620 y murió en Alcalá en 1680. profesó como dominico en el convento de Santo Tomás de la corte, y en el cursó su brillante carrera literaria. Viajó a Nueva España donde se dedicó a la alta enseñanza teológica en El Real Colegio de San Luis de Francia en la Puebla de los Ángeles, base de la Universidad de dicha población. Como rector de dicha Academia defendió sus privilegios reales y pontificios, mejoró su rendimiento y lo abasteció económicamente gracias a sus reformas. Orador notable que compaginaba sus actividades con la predicación y catequización de los indios vecinos a Puebla. Vuelve a Madrid, en 1675 y es nombrado profesor de Teología Moral en el colegio dominicano de Santo Tomás. Confesor de princesas, predicador real de número, calificador del consejo de la suprema Inquisición.
Un aragonés olvidado que sugiere con sus preguntas y respuestas, vistas en el siglo actual, una ironía que hiela la consciencia.
Enrique Trullenque, muerto ya hace 20 años, dedicó a su “El Por qué de las cosas” unas serigrafías que plasman aspectos de monstruos, hermafroditas, hombres y mujeres.

"PREGUNTO. Por qué nace el hombre defnudo, y los demás animales veftidos?
Respondo. Porque no tienen las madres de los hombres actividad, ni humedad superabundante en la matriz para veftir á la criatura, ni de bello, como las ovejas, ni de pelo como los demàs brutos animales."
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