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domingo, 17 de mayo de 2009

Loygorri y la Batalla de Alcañiz



Dentro de los actos de conmemoración de los 200 años de la Batalla de Alcañiz, el viernes, en el Palacio Ardid de Alcañiz, se realizó la presentación de la reedición de los periódicos especiales: “Alcañiz" y "Tierra Baja”, conmemorativos de los actos del primer centenario de la Batalla de Alcañiz.
Realmente el dar un vistazo a cómo hace 100 años celebraron en Alcañiz la Batalla, rellena los sentimientos y nos acerca la historia.
Todo un acierto la reedición de esos ejemplares de los periódicos Alcañiz y Tierra Baja que hace 100 años informaron de los acontecimientos con rigor y esplendor.
Como nota curiosa, además del Obelisco que se construyó en aquella efeméride, destacan los juegos florales en los que participaron personalidades importantes de la vida social y cultural de la época. La reproducción de los periódicos nos hace conocer la economía, la cultura y la sociedad de la época que fue capaz de realizar una obra por subscripción popular.





Seguidamente en la conferencia de Fernando García-Mercadal y García-Loygorri(descendiente del general Martín García-Loygorri), Teniente Coronel Auditor y Doctor en Derecho, y Fernando Martínez de Baños, Coronel de Artillería y Doctor en Historia, sobre “"El general Martín García-Loygorri y la Batalla de Alcañiz: los primeros hechos de armas distinguidos con la Laureada de San Fernando" se relataron hechos sobresalientes, que fueron por ejemplo el que llevó a cabo el general Loygorri, durante la batalla de Alcañiz, el 23 de mayo de 1809, al mando de la artillería española, que bajo su acertadísimo fuego decidió la victoria de las tropas españolas. Durante el desarrollo de la batalla, los franceses sufrieron 1500 bajas, mientras que las tropas del general Blake, apenas llegaron a 300.




La disciplina y serenidad de los artilleros españoles, dejando aproximarse al enemigo a distancias inverosímiles, permitió un fuego mucho más efectivo, que barría las columnas enemigas, llevándoles finalmente a una completa desmoralización, que causaría el desastre final de las tropas francesas. El comportamiento de los artilleros de Loygorri, dejó impresa una página inolvidable en quienes se dedicaron a estudiar esta batalla. Al general Loygorri le supuso el ascenso a Mariscal de Campo, y la mayor gloria, de haber sido el primer oficial del Cuerpo de Artillería, al que se le premió con la primera Cruz laureada de San Fernando. (Ver la correspondiente Cruz de distinción que se concedió a los participantes en la Batalla de Alcañiz).
Conocer la historia es imprescindible para conocernos a nosotros mismos y los hechos allí relatados han tenido una trascendencia fundamental en el devenir de Alcañiz.



Es de destacar, además, que Fernando García-Mercadal y García- Loygorri, fue en la 7ª Legislatura Subdirector del Gabinete de la Presidencia del Congreso de los Diputados.

viernes, 8 de mayo de 2009

"Invasión o Victoria"

“Invasión o Victoria” es el libro que se presentó en la tarde noche del lunes en Alcañiz, dentro de los actos organizados por el Instituto Cultural del Bajo Aragón con motivo de la celebración del 200 aniversario de la Batalla de Alcañiz.
Con la presidencia de la Concejal de Cultura Concha Telloy la presencia de Javier Bel, presidente del ICBA, José Antonio Pedrós de Malandía, Jorge Lacueva de la Unión Musical y Carmen José Ariño de la Lira Alcañizna, todos ellos participantes activos, con sus respectivas asociaciones en el 200 aniversario de la Batalla de Alcañiz que se recreará el 23 y 24 de este mes de Mayo, se presentó también lo que el ICBA ha programado que es un extenso conjunto de actos y actividades durante este mes, que darán cumplida cuenta de lo que la historia nos ha legado con una participación masiva de las asociaciones alcañizanas.

En la presentación, se exhibió también el buen trabajo que ha realizado por Adrián Cester en un video que muestra en 3 minutos los sentimientos del Alcañiz de hoy y del de hace 200 años.




Luis Pellicer, compañero de pupitre, de anhelos y recelos desde Escolapios hasta el Instituto, ha realizado este libro en el que recoge los acontecimientos que vivió Alcañiz desde 1808 al 1814.
“Invasión o Victoria. La Tierra Baja en la Guerra de la Independencia” nos lleva a la recopilación de detalles, datos e informaciones que nos hacen conocer muy bien esta época en la que Alcañiz tuvo su propia provincia.

“El nuevo régimen de Suchet crearía una nueva división territorial y a mediados de 1812, instaura en Aragón cuatro precepturas, introduciendo la figura de intendencia, conservando los corregimientos y adaptándolos para su ordenación. El 11 de junio de 1812, el territorio aragonés comprendía las provincias de Huesca, Zaragoza, Teruel y Alcañiz. Fue tal la problemática del Bajo Aragón que dedicó una intendencia exclusiva para atender los asuntos desde este lado del Ebro, la de Alcañiz.”

La intendencia de Alcañiz, la única vez en la historia que fue provincia, aparte de los 98 pueblos que componía su partido, se le concedieron los corregimientos de Caspe y de Fraga, con todos sus pueblos que poseen a la izquierda del Ebro entre ALmolda y Mequinenza inclusive: Bujaraloz, Valfarga, Candasnos, Peñal y Torrente del Cinca, pasan a ser integrados; los pueblos de Sástago y Cinco Olivas, que pertenecían a Alcañiz, pasan a Zaragoza. La Provincia de Alcañiz contó, a partir de esa fecha con 112 pueblos y un censo de 23555 vecinos.
Con el Trienio Liberal de 1822, la reorganización provincial hace que Alcañiz forme parte de la provincia de Zaragoza, cediendo esta la comarca de Calatayud como provincia.”

Imprescindible su lectura.

martes, 24 de febrero de 2009

El sitio de Alcañiz, 26 de enero de 1809


En el mes de enero de 1809, el general francés Watier, rompe el cerco llamado de Samper, donde le ejercito español, comandado por el coronel Elola, intentaba controlar el avance de las tropas francesas hacia el Bajo Aragón.
En su retirada Elola, se refugia en Alcañiz. Tras él llega el ejército invasor, el cual envía a un emisario al Alcalde Mayor para tratar la rendición de la ciudad. La respuesta de la Junta Gobernativa fue: la detención del comisionado y el juramento solemne de la defensa heróica de Alcañiz.
Ante un ejército francés compuesto por 4.000 infantes y 1.200 a caballo, apoyados de cuatro cañones de ocho milímetros y dos obuses, estaba una milicia ciudadana formada por 1.500 hombres, pertrechados con lanzas, escopetas de caza y unos pocos fusiles.
La tarde del 26 de enero de 1809 el ataque a la ciudad era inminente. A media legua de la entrada de Alcañiz, salieron 700 milicianos al encuentro de las tropas enemigas, pero pronto tienen que ceder y se retiran tras las defensas de la ciudad, ante el ímpetu de los franceses mucho mejor preparados tanto en la parte táctica y de armamento, como en el número de efectivos militares.

La entrada de los regimientos franceses la realizan por la calle Mayor, arrollando a su paso a todos los defensores y produciéndose entre ambos bandos un fuerte enfrentamiento, con numerosos actos de valor y heroísmo por parte de los alcañizanos.
Tres horas duró el asedio y toma de Alcañiz, en el que murieron numerosos franceses que fueron enterrados en una cisterna de Capuchinos, pero la peor parte fue para la población alcañizana ya que en la refriega murieron 185 alcañizanos (116 hombres y 69 mujeres).
Tras la conquista, el general Watier y su ejército se instalaron en el castillo calatravo, desde donde enviaban columnas volantes, con las que dominaban todo el Bajo Aragón y saqueaban todos lo bienes locales.
Este control lo realizaron hasta el 19 de mayo de ese mismo año, cuando amenazados por las tropas españolas, se retiran de la ciudad, para plantear lo que sería la gran Batalla de Alcañiz.