domingo, 11 de diciembre de 2011

Debate profundo y democrático


Si tenemos dentro de poco un proceso muy importante en el seno del Partido Socialista que como es un Congreso lo primero que tenemos que hacer es un diagnóstico acertado de qué es lo que nos ha ocurrido y a partir de él relanzar nuestro proyecto político claramente desde la izquierda. Probablemente nosotros no hemos perdido las elecciones sólo en la campaña electoral, ni en unas pocas decisiones, aunque probablemente el origen de la pérdida electoral se ubica en el mayo del 2010, donde las circunstancias obligaron a nuestro Gobierno Socialista a tomar medidas que son interpretadas por los ciudadanos y militantes como medidas que no son propias de un Gobierno desde la izquierda.

Por eso, cuando un Gobierno Socialista se ve obligado a aplicar esas políticas, que aunque las han aplicado todos los países europeos, no son de izquierdas y son políticas neoliberales, desconcierta a casi todos.


Debemos tener un modelo alternativo. Hay otras formas de salir de la crisis: el modelo y las políticas de la izquierda que tienen que liderar el Partido Socialista desde ya mismo y especialmente desde el próximo Congreso. Queremos un modelo alternativo al que se nos quiere imponer como único y hegemónico en Europa y en el mundo. Nosotros debemos estar más cerca de las políticas de Obama que de las de Rajoy, Merkel o Sarkozy.


Es preciso que el debate interno, la discusión saludable de ideas tenga ahora más que nunca un lugar destacado en nuestro PSOE.

Estoy esperanzado en que vayamos a hacer el diagnóstico correcto, que diseñemos un nuevo proyecto político desde el socialismo democrático, desde la izquierda y desde la socialdemocracia y que ese proyecto sirva como alternativa a la derecha.

Pero necesitamos una convulsión interna, necesitamos hacer una lectura clara de lo que nos han dicho los ciudadanos, por dos veces seguidas, y por eso necesitamos que sea un debate profundo, desde la militancia, desde el compromiso que como ciudadanos nos une aquello que nos debe unir como organización: el deseo de una sociedad mejor y más justa y Democrática.

Por todo ello siento cierto temor y preocupación en varios niveles:

- Por una parte me preocupa que las élites de lo que llaman “aparato” no sean permeables al debate de las ideas, de las ideología, de las formas y de la “cultura socialista” que a veces resultan muy difícil reconocer dentro del PSOE. Todos los militantes tenemos que poder opinar y decidir.

- Me preocupa que, para algunos, aun se siga esgrimiendo solamente la crisis como causa de la derrota, sin reconocer que los ciudadanos ya nos lo habían dicho hace pocos meses que no les gustaba esas “formas”.

- Me preocupa que haya compañeros inmovilistas que hablen de “auto flagelo” cuando se quieren buscar soluciones en estos momentos cruciales.

- Y tengo temores de que el debate sea sólo de personas. Sólo del quién y no del qué ni del cómo.

Por todo ello es necesario que todos podamos opinar y que entre todos lleguemos a acuerdos: en el fondo y en las formas. Acuerdos en Programas y en Personas.

Seguramente los esquemas de hace pocos años ya no sirven para lo que demanda la sociedad, que sigue siendo de izquierdas, que es más libertad personal, más participación y en definitiva más Democracia.

No hay comentarios: