"No tires piedras, cobarde,
que el tirar es cobardía;
saca tu navaja en mano,
que yo sacaré la mía".
Siempre me han contado el origen de esa Jota, tal vez un poco violenta, pero que describe muy claramente valores como la nobleza, valentía y limpieza, que José Oto fue incomprendido en una población de una comunidad vecina que cantan jotas con un estilo peculiar.
Siempre me han contado el origen de esa Jota, tal vez un poco violenta, pero que describe muy claramente valores como la nobleza, valentía y limpieza, que José Oto fue incomprendido en una población de una comunidad vecina que cantan jotas con un estilo peculiar.
Siempre me han contado que una vez acabada su actuación, un grupo de lugareños, no conformes con el estilo aragonés de José Oto, desde lejos y nunca dando la cara, tiró piedras contra el jotero y su rondalla.
Y siempre me han contado que José Oto les increpó: Dar la cara y nos enfrentaremos hombre a hombre.
Tirar piedras sin mostrar ni la mano, ni la cara, es de cobardes.
Cuenta Demetrio Galán Bergua, que: "En cierta ocasión, en una sala de fiestas de Barcelona, José Oto cantaba maravillosamente sus célebres estilos de jota que provocaban repetidas ovaciones. En una de las primeras filas estaba un individudo de tipo achulado y gesto de matón. Y cuando Oto llevaba cantadas media docena de tonadas, al terminar la última, el necio, cretino y salvaje espectador, lanzó al escenario una moneda de cobre que cayó a los pies de nuestro jotero. (...) Oto sí que acusó la gamberrada y, con mucha tranquilidad, se agachó, recogió la moneda, la levantó a la vista del auditorio, la arrojó con fuerza hacia los bastidores y, mirando fijamente al imbécil, exclamó dirigiéndose a la rondalla: "Allá va mi despedida..." Y con los ojos echando fuego (...) espetó la famosa anterior copla.
José Luis Melero aporta una noticia no muy conocida: "Tras la proclamación de la II República, José Oto grabó jotas republicanas. Existe en Aragón una gran tradición de jotas republicanas, y él tiene varias en un disco. La misma relación con Felisa Galé, tan libre, tan escandalosa en una ciudad como Zaragoza, invita a pensar en eso: en su condición de hombre de izquierdas y republicano". Como sucedería con Felisa Galé, Miguel Fleta se quedó asombrado ante sus cualidades, y le recomendó con insistencia que se dedicase a la zarzuela e incluso a la ópera. Había razones objetivas para ello. Señala Galán Bergua: "La voz de José Oto, que empezó siendo tenor, llegó a alcanzar tan amplia tesitura que muy bien pudo dominar los más extensos registros del barítono atenorado. Voz excepcional, clara, potente, gratísima y muy afinada". Del éxito al abandono y la pena Otro experto en el mundo de la jota como Fernando Solsona, autor de "La jota cantada" (Zaragoza, 1978), lo define así: "Colosal cantador de jota y símbolo aragonés entre 1930 y 1960".
“Que la fiera ya murió,
nadie le tema a la fiera;
que al recorrer una esquina,
un valiente la mató”.
Me encanta José Oto.
1 comentario:
También a mí me gustan las jotas, y las variaciones que hace de las mismas, Carmen París. Es el caso de esta jota, Carmen, con la letra que añade la hace valiente y contestataria. Me encanta:
"Porque quiero y porque puedo
y porque me da la ga...na
me pongo a cantar la jota
porque es mía la guitarra.
Porque quiero y porque puedo
y porque me da la gana.
No tireis piedras cobardes
que el tirar es cobardia...
Esta ronda que ahora llega
aquí no se ha de quedar
ya veremos si hay alguno
que no la deje pasar.
Aunque quisiera engañaros
no me sale la mentira.
Si venis espada en mano
desenfundaré la mía."
La cobardia es un vicio que no pocos tienen. Pero hay que enfrentarse a él y apostar por lo contrario, por el valor, la honestidad, la honradez, la valentía, eso sí que son valores. Hay que dar la cara.
de todas maneras, como dice Carmen París:
" Esta ronda que ahora llega
aquí no se ha de quedar
Ya veremos si hay alguno
que no la deje pasar."
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