martes, 1 de noviembre de 2011

La farola



Aquel día acudieron los Inspectores de Higiene y Seguridad en el Trabajo y repasaron minuciosamente todo el operativo preparado. Todo el sistema de producción estaba listo aunque, según alguna documentación, quedaban varios flecos por resolver.

La empresa contaba con el elaborado Plan de Higiene Laboral y todos los requisitos, cursillos, habilitaciones, delegados, etc. , estaban al tanto de lo que al tema se refería.

Los Inspectores se pasearon por las instalaciones de forma relajada por que su trabajo era totalmente burocrático y ya estaba supervisado en los despachos por los becarios y becarias que recibían todos los años de la Universidad.

Pero al pasar por debajo de una farola, el Director General de Inspección tuvo una duda:

-¿Esta farola da suficiente luz como para que los operarios vean lo necesario por la noche?- preguntó medio bromeando.

-Lo pueden comprobar cualquier noche- replicó el Director de la Compañía.

-Bueno, encargaremos que los técnicos elaboren un informe. – Aseguró el Director General de la Consejería de la Autonomía.

Y así fue como a los dos días, con dietas, viajes y orden de servicio se desplazaron dos técnicos a supervisar la farola y su luz.

El informe redactado y que luego firmó el Director general era concluyente: Había que dar más luz a la zona y además había que justificar las modificaciones.

Si en una semana la empresa subsanó de acuerdo a lo demandado, la nueva inspección de la farola se realizó casi tres meses después, dando el conforme de las instalaciones y el visto bueno de la Consejería de Trabajo en lo que a su competencia se refiere.


La empresa, que poseía en reconocimiento Medioambiental con las ISO 1400, estaba esperando el correspondiente Visado de la Consejería de Medio Ambiente para empezar a laborar.

Todo iba bien y los informes necesarios fueron claros a la hora de otorgar la licencia, pero fue justo antes de mandar la conformidad cuando se dieron cuenta que, según les habían notificado habían modificado la iluminación de una farola por indicación de su hermana, la Consejería de Trabajo.

Claro ahora habría que ver si la capacidad lumínica de la farola suponía una variación de las condiciones medioambientales de la zona. Había que ver si había contaminación lumínica.

Para ello hubo que contratar a una empresa especializada que tuviera unos medidores homologados y testados en regla para realizar la medición de tan luciente y supuesta contaminación.

A los tres meses el informe fue determinante, la farola debía bajar su visera al menos 12 grados para no deteriorar la calma nocturna de la noche.

El Director de la compañía, al leer el informe quedó estupefacto y demandó el informe de Trabajo.

La farola era cuestionada por dos departamentos dentro del mismo Gobierno autónomo y por diferentes cuestiones.

-¿No se pueden poner de acuerdo y decirnos como quieren la FAROLA?

No hay comentarios: